martes, 24 de abril de 2012

Sólo quiero que el sol salga y se ponga en nuestras caderas.

Sin querer convierto Abril en Octubre y ya no son tus idas y venidas las que me duelen, sino las mías. El viento frío parece anunciar el invierno, en vez del verano que está por llegar y las lágrimas no me empañan los ojos porque consigo imaginar el sol de Agosto para que las evapore. No hay receta para seguir, ni enfermedad, ni remedio. Sólo golpes imaginarios y resacas sentimentales. No hay escaleras, ni montañas, ni atardeceres en la playa. No hay azul, no hay rojo, hay verde a ratos, y el resto sólo son nubes. Y estar y no estar se convierten en lo mismo. Y ser y no ser se convierten en sobrevivir. Para poder salir hay que ordenar y ya no el cuarto, sino la mente, que confunde, mezcla, enreda y crea planes que no pueden salir bien. Y es el no saber hacerlo lo que más miedo me da. Sin querer convierto Abril en Octubre, y eso no puede ser bueno, porque nieva dentro de mí cuando fuera llega el buen tiempo. No son dudas, ni es mucho menos amor. Son lunes de Octubre en Abril, grados bajo cero en primavera, leoneras en cabezas poco despeinadas y colillas encendidas dentro del corazón.

1 comentario:

  1. este texto es muy bonito pero hay un poco de descorazonamiento.
    biquiños,

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Ven, que vamos a hacer un pacto yo y tu sonrisa.