Invierano

Que no soporto el calor,
a veces ni siquiera el humano.

Que no quiero humo de día
si el sol no para de brillar.

Que prefiero calarme los huesos de frío
o de echarte de menos
a sentir que quiero deshacerme de mi piel
y no dejar de pensar en la tuya.

Que quiero ser viento
pero no de poniente ni de levante
y eso es algo que se cuenta a gritos en los balcones

las madrugadas de humo y letras

y que nadie sabe escuchar.

Y no se como decirte
que si ardo, es en el hielo.
Y que tengo las manos frías
y el corazón congelado,
a diferencia de las demás.

Tampoco sé explicarte
que no soporto el calor
pero me encanta el mar
y mucho más cuando está solo.
cuando hay bandera roja
cuando se enfurece y nos traga

para luego volver a escupirnos
o cuando es de noche
y llora en silencio.

Y que soy del sur siempre
cuando me apetece ser del norte a ratos.

Del norte de tu cuerpo
o del sur del mío,
que sigue siendo norte.

Por eso espero al verano,
al mar y a las noches sin lluvia
para así poder quejarme del calor
y no echarlo en falta
como me pasa en invierno
cuando tú no estás.