martes, 6 de mayo de 2014

Como si las letras fueran suficientes

A veces
la lluvia y las lágrimas
son la misma cosa,
y los pájaros enmudecen
y sólo oigo perros aullando
sus tristezas
más fuerte
y mejor
que los humanos.

A veces
la cama es un abismo
y los sueños, cadenas
infinitas
que sólo te agarran
para dejar
que sigas cayendo.

A veces
(muchas veces)
las voces son gruñidos,
y las personas cerdos,
ratas, y serpientes
(que me perdonen
las ratas
las serpientes
y los cerdos)
que sólo se preocupan
de engullir
lo que sea
y a montones
y así no tener tiempo
para pensar
en esta mentira
a la que llaman
mundo.

A veces
me acuerdo de Miguel Hernández
y en el silencio de la habitación
o del tejado
a oscuras con mis sombras,
mis delirios y mis monstruos,
a solas,
con la vida a cuestas, le digo
a mi también me sobra corazón
¿cómo lo hiciste?



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