Se habla y se presume
Que si se quiere,
que si se es o no se es,
que parece que para cada uno
es una cosa
y no hacen más
que dictar leyes
de qué se tiene sentir
de cómo se tiene que ser
de qué es lo que hay que beber
o follarse
para que el consumidor
pueda disfrutar la mierda
especiada
que sale de tu culo
o de tu pluma
o de tu boca
en cada vómito.
Si convirtiera
mi poema en plato
ahí estaría
un corazón agonizante
apuñalado y cosido
encima de la mesa
con sal alrededor
como en los rituales
y con rojos
y espesos ríos
a cada latido.
¿Quien
en su sano juicio
podría comerse eso?
sólo el loco ve
que la sangre es vida
es muerte
es llama
y rabia
pasíón
y miedo
y la mierda,
aunque muy bien
sazonada,
sigue siendo mierda.
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