sábado, 3 de enero de 2015

Fumo profundo
y qué bien sienta
cuando los pulmones
se tiñen de negro
y las llagas son por dentro
y por poder respirar.
Se me acaba la vida en cada cigarro,
vuela,
pero la noche sigue
y acabo de comprar
otro paquete
y la vida y la muerte
vienen,
por igual,
en pequeñas
dosis.

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