La democracia se os engancha en la espalda
con sus uñas podridas
de fascismo caduco
con su máscara sonriente
más desdentada cada día
casi 40 años después
¿Orgullo sacrificial?
¿Conciencias tranquilas?
Cuando seas tú
quien suplique
para comer,
abre bien la boca
y prepárate para recibir
la ostia
de la indiferencia
social.
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Ven, que vamos a hacer un pacto yo y tu sonrisa.