Apagarse
como el cigarro,
extinguirse en el tiempo,
dejar
de ser
durante segundos
que parecen siglos.
Vuelve entonces
la chispa
El choque
prende la llama.
Y volvemos a encendernos
para seguir
consumiéndonos,
poco a poco,
soltando el humo
y de paso,
la vida.
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Ven, que vamos a hacer un pacto yo y tu sonrisa.