No quiero
resbalar por sus paredes
lubricadas con mentiras
y pulidas con miedo.
No quiero
sentir cómo pesa mi vida
cómo tira hacia abajo
mientras me destrozo
los dedos
y la vida
buscando un sitio
donde agarrarme.
No quiero
tirarme de cabeza
orgullosa y suicida
al santo bienestar.
Como mucho
me tiraría
de bomba,
para que salpique.
La sangre, digo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ven, que vamos a hacer un pacto yo y tu sonrisa.