A pesar del silencio
y el humo requemado
de la gasolina.
A pesar de las voces
inhumanas
que resuenan
en cada esquina
pidiendo sangre.
A pesar del petróleo
y las patadas,
de los oídos taponados
y los corazones con cadenas.
A pesar de las mentes
de hojalata,
que se oxidan,
de los argumentos
de barro
que se deshacen
bajo la lluvia.
La libreta,
el papel,
la tinta,
siempre escuchan
lo que tengas
que decir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ven, que vamos a hacer un pacto yo y tu sonrisa.