miércoles, 3 de febrero de 2016



La última llamada para este vuelo.


Yo también olvidé las maletas,
y sí, lo mío fue a propósito.
Dejé los lastres en las habitaciones que nunca han sido mías,
en las de los pulsos nocturnos entre las paredes y yo.
Dejé la ropa de invierno y la de verano,
sin saber muy bien aún hacia donde me dirijo.
Me vine desnuda,
con la sonrisa puesta,
la guitarra,
un par de libros
y el paquete de cigarrillos.
Cuando te dije "no necesito más"
era exactamente eso a lo que me refería.


Última llamada, me abrazo a la guitarra y salgo a la pasarela.
La azafata asustada me ofrece una máscara.
No, gracias, me siento bien así,
con la tristeza y la curiosidad
resbalando por mis mejillas.

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